El juego en el aprendizaje

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Una de las actividades más antiguas y que ha caracterizado la vida personal y social del ser humano es el juego. Esta actividad no es algo que predomina solo en la infancia, sino que acontece durante toda la vida. Así pues, el juego y el aprendizaje han ido de la mano a la hora de educar a los niños dentro y fuera de las aulas. ¿Quieres conocer la importancia de educar a través del juego? ¡Sigue leyendo este post!

Aprender jugando es posible

El juego ha demostrado ser una gran experiencia de aprendizaje, ya que ha influido en el sano desarrollo de la personalidad de los niños, dejando atrás esa tendencia a considerar esta actividad como una “pérdida de tiempo”. A través del juego se pueden incentivar las competencias motoras, sociales y emocionales de un niñ@ consiguiendo así una educación de calidad que satisfaga las necesidades de aprendizaje y los intereses de los niñ@s. La implantación del juego en el aprendizaje ofrece grandes beneficios en la educación ayudándoles a mejorar su rendimiento académico:

  • Desarrolla la creatividad. Mediante el juego, los niños aprenden a descubrir e imaginar nuevas experiencias. Cuando un niño está contento y relajado en el entorno en el que se encuentra, el aprendizaje es mucho más eficaz ya que son capaces de desconectar del “mundo real”.
  • Promueve la relación entre iguales. A través del juego, se fomenta el compañerismo ya que deben trabajar en equipo, aceptar las normas establecidas y respetar a los compañeros. Por otro lado, ayudará a que elaboren sus propias estrategias para alcanzar los objetivos como puede ser ganar.
  • Aumenta la atención y la concentración. Cuando los niños realizan una actividad lúdica que les resulta atractiva, los niveles de atención y concentración mejoran. Por tanto, es muy recomendable utilizar juegos que se acerquen a sus intereses para que el resultado sea más motivador.
  • Ayuda a la toma de decisiones y al aprendizaje de sus propios errores. En primer lugar, gracias al juego podrán aprender a tomar decisiones en su vida cotidiana y a resolver situaciones complicadas. Asimismo, promoverá la
    confianza en sí mismos y disminuirá el miedo que muchos niños tienen a fallar o perder mejorando su autoestima.
  • Incrementa el desarrollo cognitivo. Por último, el aspecto cognitivo en el juego se produce cuando los niños tienen que recordar, pensar y asociar determinados conceptos. De esta manera, el juego pone en marcha diferentes habilidades cognitivas que les permiten comprender su entorno y desarrollar su pensamiento. El aprendizaje a través de actividades lúdicas estimula el autocontrol, las habilidades comunicativas y aumenta la motivación y la responsabilidad.

En resumen, debido a todas las ventajas que supone aprender mediante el juego, esta actividad cada vez está más presente dentro del aula , ya que todo lo que se aprende a través del juego se asimila de un modo más rápido y eficaz.